“Ninguno de nosotros es tan listo como todos nosotros.” Ken Blanchard.
Aunque parezca algo sencillo, construir una junta directiva en la actualidad requiere más que simplemente poseer acciones o participación en la sociedad. Cada dia se hace más necesario el entrenamiento para establecer roles y desempeñar un cargo en la junta directiva, los miembros mas allá de propiedad deben tener un rol en algún proceso de la organización, esto no implica que participe en la operación, significa que deben investigar y estar a tono para proponer en la junta mejoras estructurales que mantengan el camino del desarrollo de la organización.
Los investigadores Schwartz-Ziv y Weisbach señalan que las juntas destinan la mayoría de su tiempo a supervisar las acciones del gerente, lo cual es consistente con el enfoque de supervisión. Aproximadamente dos tercios de los asuntos discutidos en las reuniones estudiadas estaban enfocados en acciones de supervisión. El 99% de los asuntos discutidos fueron presentados con una sola opción y los directores votaron parcial o totalmente en desacuerdo con el gerente tan solo en el 2.5% de las votaciones. Sin embargo, los investigadores exponen evidencia que sugiere el papel gerencial que ejerce la junta. En el 8% de los asuntos discutidos la junta tomó la iniciativa y en otro 8% solicitó más información para la toma de decisiones. En cada junta se discutieron diferentes asuntos y, por lo menos en uno de ellos, tomó un papel activo.
En el 63% de las reuniones la junta votó en contra del gerente, requirió más información o tomó su propia iniciativa. En general, y de acuerdo con los investigadores, los resultados sugieren que las juntas pueden ser caracterizadas como supervisores activos de la gerencia, incluso al tomar decisiones gerenciales.
Por lo anterior, es necesario que las juntas directivas se capaciten en varias dimensiones. La dimensión jurídica para enfrentar cambios en reglas legales, la dimensión financiera para mantener el estado saludable de los recursos económicos, deben entrenarse en el área de mercado para impulsar el crecimiento comercial, en la dimensión tecnológica para prever la innovación que reduzca los costos de la operación, en el área de Talento humano, para potencializar el capital del conocimiento y además deben formarse en Responsabilidad social empresarial para atender las necesidades de las partes interesadas.
Cuando las juntas no poseen estas competencias o están en procura de conseguirlas, un equipo de consultores pueden acompañarla en el proceso, pero su participación en el futuro de la organización es fundamental.
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