“La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar”. Karen Christence Blixen-Finecke.
En junio se celebra el día mundial del océano, coincide con la movilidad turística del verano en muchos países o la época de vacaciones de algunos destinos en nuestro territorio, La línea de costa en Córdoba se extiende aproximadamente 180 km en dirección suroeste-noreste desde Punta Arboletes, en límites con Antioquia, hasta el extremo oeste de la desembocadura del río Sinú (Boca Tinajones), en los límites con la Ciénaga de Cispatá. Esta zona del Caribe colombiano incluye el litoral de los departamentos de Córdoba y Antioquia, y las islas de Tortuguilla y Fuerte.
Frágil como cuerpo de agua, el poderoso oceano en la mitología, hoy es presa de la más feroz especie depredadora que a existido en el planeta, el hombre. Neptuno era un dios de la mitología romana, hijo de los dioses Saturno y Ops, hermano de Júpiter y Plutón. Gobernaba todas las aguas y mares y cabalgaba las olas sobre caballos blancos. Todos los habitantes de las aguas debian obedecerlo y se le conoce como Poseidón en la mitología griega.
Derrotado en la edad moderna, Neptuno yace moribundo sin el poder sobre los aterradores acontecimientos en su reino acuático. Al año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que equivale al peso de toda la población humana. (ONU Ambiente), Entre el 60 y el 80 por ciento de los residuos marinos son plástico. En su mayoría son fragmentos menores a los cinco milímetros, microplásticos (Greenpeace). Se estima que hay entre cinco y 50 mil millones de microplásticos en el mar. En promedio, se utilizan 200 bolsas de plástico por persona al año y tardan alrededor de 400 años en degradarse.
Según Ocean Conservancy, se recuperaron en una campaña de limpieza 3.357 toneladas de residuos provenientes de 6.000 enclaves situados en 108 países, con la participación de 498.818 voluntarios. Las bolsas de plástico ocuparon la mayor parte de los residuos, con 1,126 millones de unidades. Diversos estudios indican que el problema crece de manera exponencial. Una investigación de cinco años sobre fumareles, unas aves marinas del Mar del Norte, descubrió que el 95% de los ejemplares tenía residuos plásticos en el estómago.
Se estima que esta contaminación mata cada año a más de un millón de aves y a unos cien mil mamíferos marinos. invocar a Neptuno lejos de ser una fantasía pareciera ser la única solución que castigue de una vez por todas, esta conducta asesina del hombre que pretende acabar con los océanos de planeta.
LUIS MARTINEZ GARCIA
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