“La táctica consiste en saber qué hacer cuando hay algo que hacer. La estrategia, en saber qué hacer cuando no hay nada que hacer.”. Savielly Tartakower.
Mentía quien decía,que la acción empresarial era suficiente para lograr el éxito, en un mundo de cambios inesperados de volatilidad frecuente y de incertidumbres exógenas, no puede existir una empresa que no piense en estrategia, cualquiera que sea tu tamaño, cualquiera que sea su intención visionaria, las organizaciones deben tomarse su tiempo para estructurarse estratégicamente.
Tamara Fuentes, investigadora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre en venezuela, se aproxima en su investigación sobre los diferentes metodos utilizados por las empresas en la planeación de sus estrategias, menciona la investigadora, que la globalización de la economía y la aceleración del cambio del entorno económico obligan a las organizaciones a redefinir continuamente sus líneas de actuación. La dirección de las empresas necesita aplicar una metodología estratégica que le ayude a adelantarse a los cambios que se producen en el mercado. En este contexto, la metodología estratégica puede ser una herramienta de gestión de gran utilidad, ya que combina la visión macroeconómica de la problemática empresarial con el enfoque microeconómico, a fin de establecer objetivos que se desean alcanzar y llevar a cabo los planes de actuación correspondientes.
En nuestro contexto es facil encontrar organizaciones que se toman a la ligera los temas estructurales, misión, visión y valores, con metodologías más orientadas a facilitar el trabajo de presentación de la empresa y no de la consciencia clara de su importancia para el futuro de la organización. Esta estructura pasa entonces a engalanar las paredes de la empresa y a llenar las hojas de su publicidad sin lograr ser adoptada como cultura operacional.
Lo anterior deriva en un oportunismo para reacción a los fenómenos externos que manipulan su estructura y convierten a la organización en veleros sin rumbo que solo reaccionan a los vientos pero no los controlan. Una misión contundente y compartida, una visión clara objetiva y medible son prenda de garantía de supervivencia y crecimiento organizacional, permite no solo tener claro el horizonte sino que además le permite a las organizaciones defenderse en escenarios de cambio.
Con relación a los valores que se dejan como lista romántica del querer ser, las organizaciones deben construirlos como un ideal en términos de capital humano, este paradigma obliga a las empresas a seleccionar y tratar a sus empleados como verdaderos estandartes de productividad, no puede existir una empresa sin valores en la legalidad y las empresas más allá de las máquinas son construidas y desarrolladas por personas.
LUIS MARTINEZ GARCIA Cc 79.464.304 Email gerencia@optimis.com.coTwitter @luchomartinezgInstagram @luchomartinezg
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